Los puestos de artesanos y de otras actividades ocuparán un espacio importante que darán color a la celebración, pero también habrá espacio para los juegos infantiles y las representaciones teatrales típicas de la época. Se sigue impulsando la asistencia a la feria con trajes medievales, por lo que unos días antes, las personas interesadas podrán encontrar un puesto para alquilarlos.
La expectación creada por esta feria en la primera edición, no se ha visto consolidada en posteriores años, y la afluencia de visitantes y profesionales ha bajado, algo que cualquiera que haya estado en pasadas convocatorias puede ver. Es difícil saber qué es lo que puede llamar la atención del público para consolidar un evento que pone en valor uno de esos rincones especiales que tenemos en la comarca, pero es algo en lo que deben trabajar las personas encargadas de su organización.