Lugo celebra la tradicional procesión del Corpus Christi
La lluvia, que cayó a primera hora de la mañana, obligó a trasladar la
celebración al templo, pese a que estaba previsto que ésta se celebrase en
la Plaza de Santa María. En la homilía, Mons. Alfonso Carrasco Rouco, destacó la importancia de la celebración del Corpus en todo el mundo cristiano y particularmente en nuestra ciudad: “Lugo es la ciudad del Sacramento. En su centro permanece expuesto el Santísimo todos los días del año, un privilegio excepcional que nos singulariza y que es fruto de la devoción inmemorable de todos los lucenses hacia la Eucaristía. Es expresión particular del alma creyente de la Diócesis y de la ciudad”.
“La celebración del Corpus es la manifestación profunda de la unidad en la fe y en la Eucaristía. La participación en esta fiesta de los sacerdotes y fieles de las parroquias de la ciudad, de los miembros de las comunidades religiosas y de vida consagrada, cofradías y adoración nocturna, pone de manifiesto la cercanía del Señor con todos sus hijos”.
“A través de la eucaristía el Señor encontró el modo de entregarse a los
suyos. En la Última Cena, misterio singular, se muestra toda la plenitud
del amor inmenso de Dios hacia los hombres”… “Es el testimonio de que el
mundo no está hecho para el egoísmo y el mal, sino que somos dignos del
amor del Padre que ofreció a su único hijo para nuestra salvación”… “La
alegría de sabernos amados hace que podamos vivir cada circunstancia como un acontecimiento, como una expresión de amor”.
Tras la misa tuvo lugar la solemne procesión por las calles de la ciudad en la que participaron niños de primera Comunión, seminaristas, miembros de las cofradías, de la adoración nocturna femenina y masculina, fieles de las parroquias de la ciudad e inmigrantes que residen en nuestra ciudad (de Hispanoamérica, Europa y África). Todos los participantes portaron sus estandartes y las banderas de sus países de origen.
Fotografías: Carlos Rodríguez Arias
celebración al templo, pese a que estaba previsto que ésta se celebrase en
la Plaza de Santa María. En la homilía, Mons. Alfonso Carrasco Rouco, destacó la importancia de la celebración del Corpus en todo el mundo cristiano y particularmente en nuestra ciudad: “Lugo es la ciudad del Sacramento. En su centro permanece expuesto el Santísimo todos los días del año, un privilegio excepcional que nos singulariza y que es fruto de la devoción inmemorable de todos los lucenses hacia la Eucaristía. Es expresión particular del alma creyente de la Diócesis y de la ciudad”.
“La celebración del Corpus es la manifestación profunda de la unidad en la fe y en la Eucaristía. La participación en esta fiesta de los sacerdotes y fieles de las parroquias de la ciudad, de los miembros de las comunidades religiosas y de vida consagrada, cofradías y adoración nocturna, pone de manifiesto la cercanía del Señor con todos sus hijos”.
“A través de la eucaristía el Señor encontró el modo de entregarse a los
suyos. En la Última Cena, misterio singular, se muestra toda la plenitud
del amor inmenso de Dios hacia los hombres”… “Es el testimonio de que el
mundo no está hecho para el egoísmo y el mal, sino que somos dignos del
amor del Padre que ofreció a su único hijo para nuestra salvación”… “La
alegría de sabernos amados hace que podamos vivir cada circunstancia como un acontecimiento, como una expresión de amor”.
Tras la misa tuvo lugar la solemne procesión por las calles de la ciudad en la que participaron niños de primera Comunión, seminaristas, miembros de las cofradías, de la adoración nocturna femenina y masculina, fieles de las parroquias de la ciudad e inmigrantes que residen en nuestra ciudad (de Hispanoamérica, Europa y África). Todos los participantes portaron sus estandartes y las banderas de sus países de origen.
Fotografías: Carlos Rodríguez Arias
María José Campo (Prensa Obispado de Lugo)